En el mundo de las activaciones, los lanzamientos y los eventos corporativos, la ética en eventos no es solo un valor abstracto: es la columna vertebral que sostiene la confianza entre agencias, marcas y talento.
No basta con llegar puntual o vestir bien; se trata de actuar con integridad en cada detalle, incluso cuando nadie te está viendo.
Si trabajas como edecán, supervisor o staff, seguramente te ha pasado: estás en un evento, todo marcha bien, y alguien —quizá un cliente, coordinador o proveedor— te dice:
“Pásame tu contacto directo para futuros proyectos.”
En ese momento, tu respuesta no define solo tu educación, sino tu nivel de profesionalismo.
La ética en eventos te recuerda que el contacto correcto no es el tuyo, sino el de tu agencia de contratación directa o, si hay varias involucradas, el de la agencia principal que trabaja con el cliente.
Ese pequeño gesto de respeto demuestra lealtad, madurez y comprensión del sistema que hace posible tu trabajo.
💡 La ética en eventos se demuestra en los momentos simples
Mantener la ética en eventos es entender que una oportunidad inmediata no siempre vale más que una relación sólida.
Las agencias valoran a quienes respetan los procesos, porque saben que esas personas entienden lo que cuesta construir confianza.
Si decides compartir tu número directo para “saltarte” a quien te contrató, tal vez ganes una fecha, pero perderás credibilidad.
En esta industria, la reputación corre más rápido que los mensajes de WhatsApp.
La ética es invisible, pero se nota:
se nota cuando esperas a que tu coordinador te confirme algo, cuando cuidas los tiempos, cuando hablas bien de tu agencia y cuando reconoces quién te llevó ahí.
🧭 Una industria que se construye con respeto
Las nuevas generaciones llegan con energía y ambición, pero a veces sin referencias.
Por eso es importante recordar que la ética en eventos no es un capricho de los veteranos, sino la base que mantiene a flote la profesionalización de todo el gremio.
Cada activación es una cadena: el cliente confía en la agencia, la agencia confía en los coordinadores, y los coordinadores confían en ti.
Romper esa cadena, aunque sea por ingenuidad, daña la credibilidad de todos.
Por eso, cuando alguien te pida tus datos, da los de tu agencia.
Ese gesto sencillo dice mucho: que entiendes cómo funciona el negocio, que sabes respetar jerarquías y que valoras las oportunidades que te dieron.
⚙️ La ética en eventos como sello profesional
A veces, los mejores talentos no son los que más brillan frente al público, sino los que trabajan con ética detrás del escenario.
Los que llegan antes, entregan después y jamás olvidan quién los contrató.
En esta industria, las grandes oportunidades no se buscan, se heredan:
las agencias llaman una y otra vez a quienes les generan confianza.
Esa confianza nace de la ética, no del ego.
Cada acción coherente que tomas —por pequeña que parezca— te vuelve más confiable, más profesional y más indispensable.
✨ Reflexión
La ética en eventos no es una regla escrita en un contrato, es una forma de trabajar con elegancia.
Y aunque cambien las plataformas, las modas o los nombres de las agencias, el respeto profesional nunca pasa de moda.
En Parallel, creemos en las ejecuciones impecables, en el trabajo bien hecho y en el respeto entre agencias, staff y talento.
Porque un evento exitoso no solo se mide en resultados, sino en la ética con la que se ejecuta.
P.D. El supervisor debe cuidar que nadie brinque ni pase contactos, y garantizar que todos respeten la línea de contratación.
Así lo aprendimos hace años: entre agencias grandes, nos respetamos.
✍️ Redacción Parallel | Edecanes Puebla
